DIPTYQUE, fragancias de autor con alma propia

DIPTYQUE, fragancias de autor con alma propia: "
El lujo del siglo XXI es sobrio y discreto, un lujo bien entendido, como el que sugieren todos los productos de la francesa Diptyque, desde sus emblemáticas velas perfumadas a sus refinadas fragancias
Adentrarte en el selecto cosmos de las creaciones de autor, es descubrir un universo de leyendas y fábulas que te conquistan y te retienen. Anécdotas, curiosidades, inspiraciones... Todas estas creaciones rezuman ese halo de saberse interesantes, irresistibles para el incauto consumidor que irremisiblemente caerá en las redes de su prolífica crónica.


Un ejemplo es Diptyque, una firma francesa fundada por tres artistas especializados en diseño y decoración de interiores, inconformistas e inquietos, que en 1961 decidieron dar vida a un sueño, una amalgama de ideas y sensaciones, de inspiración y deseos, así se creó el primer enclave de la marca en el emblemático Boulevard Saint Germain de París, en un principio dedicado a la venta de sus propias creaciones textiles para decoración y una línea de perfumes tradicionales ingleses desconocidos hasta el momento.
No tardó en llegarles la inspiración. Dos años después, lanzaron su primera vela perfumada, el producto -por cierto- más emblemático de la casa, y en 1968 su primera fragancia denominada simplemente 'L'Eau', un bouquet ligero a base de canela, clavo, geranio, sándalo y rosas. Delicioso y muy particular. El afán innovador de sus creadores pronto les llevó a aumentar la familia y así llegaron más velas perfumadas: Thé y Canelle, así como otras Eaux de Toilette (L'Ombre dans l'Eau, Eau Lente, Olène...).


A pesar de la sencillez de Diptyque, reparar en la artesanía de su packaging y el grabado de sus envases te obliga a realizar ese viaje, no sólo olfativo, sino visual, ilustraciones realizadas por uno de sus creadores que ha ido captando por todos lados, de todos sus viajes, del entorno, de la vida, la naturaleza... Relatos de Marruecos, de la antigua Grecia, la Provenza francesa, la Inglaterra medieval... elaborando creaciones con alma propia.


Para elaborar una fragancia, la firma investiga y trabaja durante más de seis meses. No son creaciones al uso, sino meditadas y elaboradas con mimo que dan como resultado productos especiales, selectos, imbuidos de una personalidad arrolladora. En su elaboración intervienen en su mayor parte aceites y esencias naturales y el aroma final, queda patentado bajo la marca Diptyque. No hay otro igual.


El proceso de elaboración de las velas es también complejo y de ahí su gran prestigio. Se utiliza una fórmula secreta para crear la cera y el proceso de producción es 100% artesanal, desde el etiquetado, al vertido de la cera en el vaso o la colocación de las mechas; un protocolo complejo sólo apto para los expertos de Diptyque. El resultado: sobriedad, discreción, productos basados en la exclusividad... Un lujo bien entendido.

Hoy por hoy la casa cuenta con una buena colección de velas perfumadas (38 aromas con una duración entre 50 y 60 horas); vaporizadores de ambiente (24 fragancias de hogar que coinciden con los aromas de las velas para crear entornos homogéneos, aunque se sugiere la combinación de diferentes olores para crear entornos únicos y muy personales); 4 eaux de cologne para los amantes de los aromas frescos; y 12 eaux de toilette refinados y unisex, la última 'Vetyverio' lanzada en 2010 y de la próxima, que saldrá a la venta en septiembre, pronto os daremos buena cuenta...

Diptyque en Pedro Ros

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