Ángel caído

Buscando hallar un pensamiento frío
nunca pude saber cuánto te quiero,
si me tienes en ellos prisionero
encadenando un tiempo a mi extravío.

Sumergido en ellos, aún sonrío,
dejándome llevar por mi barquero;
y aumenta este amor así de austero
sin morir mi ilusión en su vacío.

Ángel herido, hundido en las neblinas
de mis sueños terrenos que me anulan;
y no supe eludir mar de presagios.

Hoy, las sombras de tardes mortecinas,
mensajeras calladas acumulan,
en las costas del alma, mis naufragios.

Elisa en: "Don Anselmo"
Abr-10

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