Poesía y suicidio

Os dejo un enlace más abajo relacionado con el título de este comentario. 
Siempre me ha dado vueltas el asunto sobre los que escriben poesía, entre los que me encuentro... Y sé que lo hago porque la siento desde mi infancia. Me emocionaba escuchar a mi madre cuando intentaba con sus poemas, que sus hijos nos quedásemos dormidos cuando éramos niños. 


A mí concretamente, escribir poesía o prosa, en cierta forma 'me pone' y me da endorfinas. Indudablemente que no puede ser una profesión tomándose la inspiración a la ligera, como parte de un bien explotable, porque le quitaría todo su mérito o encanto; aunque hay quien  tenga que vivir por necesidad de ella, pero es necesidad espiritual. Hay que ser muy bueno para ser conocido en este arte, donde a las palabras se las 'toca' y dota de la magia persuasiva que abstrae y emociona al lector, pero estoy siempre segura que, cuando un resultado merece la pena tomarlo así, es porque antes ha hipnotizado a su autor, lo ha sentido y vivido no siendo nunca un artilugio para convencer a otros y sí a él mismo. Tal vez peque de ingenua pero es así como yo la siento y lo digo honestamente, por eso no todo lo que se crea tiene igual criterio y es bueno para el consciente autor, como para su lector. La mediocridad puede atacar hasta al mejor escritor y suele ser por cansancio. La mente se satura, las ideas van y vienen y las intenciones y estímulos también dependen de su mundo exterior, su entorno, tranquilidad y la alegría de sentirse amado y amar. Todo ello le da 'el duende' de la magia y, algunas cosas más que permiten culminar un trabajo que, por pequeño que sea se hace satisfactorio y tiene sentido cumpliendo el cometido esperado. Escribir para nosotros es una cosa, hacerlo para los que nos puedan leer es otra; es parte de una expresión anímica donde se deja demasiado de lo que se siente y hemos sentido, si se sabe hacer bien dominando el lenguaje con corrección. Y creo que si lo hacemos de esta forma tranquila, pensando que un blog es como un cuaderno personal y sin más pretensiones, dejamos nuestras cosas escritas; y podemos estar también en la mira de la crítica, de ser juzgados como malos o buenos escribientes o simplemente aceptables 'juntadores de letras'y hasta olvidados por los contenidos aburridos. A todo nos podemos exponer y es razonable que no nos quejemos por ello si pasa. 


Así que opino de mí que, ella, la poesía o la prosa, la disfruto por el placer que proporciona. Allí le doy toda la razón a quien inicia su labor como escritor o poeta o mucho más cuando su proyecto es más ambicioso; no como figurín de escaparate con unos cuantos ejemplares de libros, rellenos de palabras o ideas, que quizá sólo se convierten en un regalo más para los familiares y amigos, pero no en algo que valga la pena dentro del mundo literario. Nunca debemos olvidar esta realidad. Un blog es lo que es: algo divertido pero intentemos no sólo disfrutar del mismo, sino también darle un interés que pueda canalizar otras cosas y pueda ser ameno al resto de los que nos leen. 


Reconozco que la poesía lleva a un estado de encantamiento o hechizo, viviendo ella de nosotros y no lo contrario, en quienes así la sentimos. Más bien pienso que es una necesidad espiritual, casi como una enfermedad del alma. El ser humano debe refugiarse en algo que le haga feliz y recurre a aquello para lo cual puede estar dotado, o como me decía una querida amiga de una forma exagerada: "Elisa, estás sembrada... y debes pensar en publicar...". 


 Estas cosas me ponen muy seria, simplemente pienso, que si eres capaz de manejar el lenguaje escrito, conociéndole bien, se puede dominar y llegar a hacer algo aceptable, pero no me creo por lo menos en mí, que sea  aún perfecto lo que doy, aunque sienta el placer de escribir y hacer lo que hago como diversión o auto terapia. Muchas veces a costa de esfuerzo, investigación y necesidad de aprender podemos a hacerlo de forma satisfactoria. Sí, se puede conseguir algo que nos llene porque sabemos que es puramente nuestro. Esta es la búsqueda real del que quiere ser original a pesar de manosearse el lenguaje de millones de formas, se puede conseguir un buen escrito, pues si se tiene tesón y te empeñas en ello corrigiendo continuamente lo que haces, y leyéndolo en voz alta, puedes llegar a ver que lo que lees más  o menos está bien y, sobre todo es tuyo que es lo que más importa, aunque hayan ciertas influencias por lógica, pues lo que has leído y aprendido a lo largo de la vida, es difícil que no esté influyendo un poco en ese todo. 


Y respecto a los suicidas, puedo pensar que la poesía si se siente de cierta forma, donde las emociones son el eje principal del estado de ánimo, puede llevarte a la melancolía e infinita tristeza; no es de extrañar que sean más los poetas suicidas y algunos apenas empezando. Muchas de estas muertes es por falta de amor o por exceso y hasta por el amor no correspondido; también porque lo que se espera de la vida no es lo que se deseaba. La idealización del sentimiento les lleva, quizá, al paroxismo siendo peligroso e incluso rayano en la obsesión o la locura. Así que se necesita de una buena dosis de equilibrio o sensatez, para no caer en 'la gracia' de la desgracia, y cómo se  siente el estro, ese influjo o numen que  siente el poeta.


La poesía  como la literatura, la pintura y todas las Bellas Artes donde la creatividad está como en juego inconsciente, porque es algo espontáneo y natural, nunca estudiado; pero si puede dirigirse para sacarle un provecho mejor aprendiendo todo lo que tenga que ver con el buen arte del escribir, el dibujo y la pintura, etc,. Pero para los verdaderos bohemios de cualquier arte, la mejor forma de expresión de su 'yo' interior, es la extracción en bruto de lo que se lleva dentro. Es algo inherente a la realidad de un verdadero artista, cómo sienten el espíritu de las cosas rodeados de su  mundo fantástico, el que se necesita para dar otra dimensión no física a la vida y en el cual se siente feliz, pero nunca de una manera artificial. El verdadero artista siente y  hace casi 'tangible' lo que hace, es un soñador nato, un romántico y su estado le eleva y hace sentir que está fuera del mundo en que se halla. Es su dosis de soma diario.


Escribir sirve para canalizar  las emociones, ya lo dicen y aconsejan psiquiatras y  psicólogos. Es una terapia recomendada. Cuando se desarrolla una labor artística que gusta, no podríamos contar tan fácilmente en el 'tú a tú', lo que pensamos y se lleva dentro, ella sola se expresa en lo que dice o hace. Y por ser "su forma expresiva  que nace del alma" se puede dejar que 'vague' con un cierto control y 'diga' lo que le inunda en cada momento a su artista. Y los hay que ni tan siquiera saben por qué dicen tanto, a quien no sabe o desconoce por qué de este afán de expresarse, pero siendo un cúmulo de emociones hechos argumentos,  como si las  estuviese contando, a quien posiblemente no se espera que le digan tanto, ni tan bellamente, se ve sorprendido por ello si es un ser sensible; porque la poesía no puede ser algo baladí, frívolo y común dado a cualquiera, y no todos los seres humanos están educados para entenderla. Ella es  la expresión de la máxima belleza con la voz o la la palabra escrita; es expresión y esencia del  más puro Amor y del más triste Dolor. Pero hay quien piensa que sólo es una diversión más y así lo disfruta. Algo que no se puede comprender del todo. Miren si no este comentario que hago a alguien, que tiene el privilegio del dominio y conocimiento del lenguaje, la métrica y todas las figuras y estilos conocidos en poesía. Convencida de su gran sensibilidad poética, le expreso mi emoción ante un texto suyo que acababa de leer, valorando el trabajo y hasta ensalzando el sentir de su "alma de poeta". Se lo digo así de esta forma:


Divino te ha quedado 'xx', me ha gustado mucho leerlo, precisamente escucho algo de Chopin: "Nocturno en Do sostenido". Siempre que hago mi recorrido me voy a mi espacio dentro de mi charca para soñar, y allí me inspiro para decir algo diferente a cada uno de mis compañeros. Me da mucha tristeza cuando hay un bello soneto o algo que nos hace estremecer, e incluso tan original y tan lindo en su contenido, que necesita esa doble lectura, no otra, sí la que reafirma la primera. Y no sé si te pasará a ti, que siendo un bello texto , que verdaderamente nos emociona y que sabemos lo que transmite con sinceridad a su lector, pues sea pasado por alto y apenas se deja un escasa reseña cortés que diga: "qué bonito" o "me ha gustado". ¿Y somos poetas, de verdad tenemos alma para expresar lo que sentimos , no sólo por lo nuestro que podemos valorar aparte, creyéndolo bueno, pero sí por lo de otros que nos llena o embelesa e incluso, estimula a hacer mejor las cosas, reconociendo en mi caso, un pazguato hacer todavía necesitado. 


La utilidad de la Lengua y ya no sólo la métrica, debe ser una búsqueda de efectos para sentir cómo palpita ella en nuestro interior, siendo  un envidiable dominio a la hora de escribir. 


Su contestación como profesional de la Lengua fue la siguiente:


"Elisa, me alegro de que te guste, a mí no me dice ni fu ni fa, yo lo hago como un ensayo poético, como quien hace un rompecabezas pero introduciendo variantes estilísticas. Con estos temas soy insensible. Eso sí, intento hacerlo lo mejor posible para que le diga algo a quien pueda sentirse en una situación parecida a la descrita. Me divierte mucho más sacarle punta a..."


Bueno es sólo una opinión y no podría juzgar a quien así se exprese en un momento dado, y sí de lo que me impresionó, porque no me la esperaba estando en un foro literario y sobre todo de poesía. Fue lo suficientemente explícita para hacerme pensar , hay tres o más tipos de presuntos escritores y poetas: Los que escriben  "porque les divierte" y disponen de muchos recursos para hacerlo bien. Y los que les sale del alma y se esfuercen un poco más, aunque algunos pueden vivir de su inspiración, les guste y hasta les divierta; luego están aquellos que escriben por intentar hacer algo, por i emular a otros, "por probar suerte porque no se les da mal escribir". Incluso, si les sale bien y tienen éxito, se acostumbran y le cogen gusto a la profesión. Y esos otros que hasta pagan "su negro" para que les haga más de un libro, un "negro" que sí sabe escribir pero no tuvo suerte y se convirtió en el escritor  de otros que quieren figurar, ganándose la vida sirviendo a los mediocres. Y por último están de los que intentan aprovecharse de estos medios, plagiando a quienes pueden hacerlo mejor que ellos o  registrando lo ajeno, que cambian con mucha habilidad; pues es fácil el resultado y la puerta y la tentación es grande en Internet. EStoy segura que estos no pierden el juicio, tal vez el otro si los pillan.


 A veces me preocupa la poca profesionalidad que se tienen estos medios, no colocando las comillas en lo que es ajeno e incluso, atreverse a firmar lo que no es propio, que también se da por la falta de ética en no nombrar a su verdadero autor.


Elisa Lattke

El enlace que les decía al principio:
http://www.psiquiatria.tv/bibliopsiquis/bitstream/10401/713/1/psiquiatriacom_2004_8_4_6.pdf

Qué nos dice Francisco Brines  Premio XIX Reina Sofía de Poesía 2010:
http://www.larazon.es/noticia/756-francisco-brines-la-poesia-educa-la-sensibilidad-para-vivir
http://www.europapress.es/cultura/libros-00132/noticia-eco-poesia-orden-espiritual-20100428192331.html

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