La Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN) condena l ataque israelí
La Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN) condena l ataque israelí: "Gaza Libre ¡Dejen pasar los barcos!
La Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN) condena enérgicamente la barbarie del ataque israelí esta madrugada, llevado a cabo en aguas internacionales, contra un convoy marítimo humanitario, durante el cual los soldados israelíes atacaron con fuego real a pacíficos civiles, matando a 10 o 16 cooperantes, según la fuente e hiriendo a muchos más.
Nos honra e inspira el compromiso y el sacrificio de la gente a bordo de estos buques. Uno de ellos fue recientemente rebautizado “Rachel Corrie” en homenaje a la militante muerta por un bulldozer intentando obstruir la demolición de una casa palestina en Rafeh hace siete años
Este barco nos recuerda a todos la valentía y la perseverancia de los barcos de vela a Gaza que sigue una tradición de compromiso cívico total y compromiso ético que se hace eco y responde a la perseverancia y el coraje de un siglo de la resistencia palestina al colonialismo en su tierra.
Este ataque a los buques que transportan 10 toneladas de ayuda humanitaria, entre ellos suministros educativos, médicos y materiales de construcción, es directamente piratería en mares internacionales. Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para poner fin a la impunidad de Israel, hacer cumplir el derecho internacional y pedir cuentas a Israel por sus violaciónes recurrentes. Además , este acto de piratería se llevó a cabo en pos de mantener un sitio a Gaza impuesto por Israel con la completa participación egipcia, que es en sí mismo un crimen de lesa humanidad. Este asedio criminal es una profundización de la terrible crisis humana con desempleo masivo, pobreza extrema y la inseguridad alimentaria que afectan a más de un millón y medio de personas, la mayoría de los cuales son refugiados de la limpieza étnica de Palestina en 1948, que ahora están encerrados en el campo de concentración más grande del mundo. A los palestinos en Gaza se les impide reconstruir sus casas destruidas por Israel en la masacre de 2009, y la importación de cosas tales como juguetes y chocolate como castigo por haber elegido democráticamente un gobierno que se negó a colaborar con la ocupación. Como potencia ocupante, Israel debería ser considerado responsable de sus flagrantes violaciones de los derechos humanos de los palestinos en Gaza. Todos los estados tienen la obligación de hacer todo lo posible para cumplir el derecho internacional y castigar a sus violadores, recurrente en cifras brutas, como se detalla en el informe Goldstone, así como comunicados por muchas organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales.
Como las autoridades israelíes emiten informes contradictorios sobre el número de víctimas durante la redada, hacemos un llamamiento a Israel para que permita de inmediato e independiente el acceso internacional a los heridos y los cuerpos de los mártires, la liberación de los secuestrados y dejar navegar los buques sin ser molestados a Gaza.
Estamos desalentados por el hábito en la mayoría de nuestros medios de comunicación al comenzar citando informes acríticos de las afirmaciones ridículas de los militares israelíes, de una organización conocida por su relación luchando contra la verdad. Recordamos a los periodistas que su profesión es comunicar lo que realmente sucedió, y no las mentiras y la desinformación por parte de Israel. También llamar la atención sobre la presentación en medios islamófobos de este compromiso civil como un conflicto entre Israel y el Islam. Es un conflicto entre Israel y todo el mundo, y exije la solidaridad de un movimiento unido que incluyan a personas de todas las religiones y culturas, de pie juntos pacíficamente contra la represión violenta. Había 750 personas concientes de 40 países diferentes, entre ellos 35 políticos, a bordo.
Hacemos un llamamiento a los Estados cuyos buques fueron atacados, y en especial a Turquía, para denunciar, en esta ocasión la, total falta de respeto de Israel por el derecho internacional, para ir finalmente más allá de lo verbal utilizando vacíos pretextos con motivo de atentados anteriores, y ruptura de las relaciones diplomáticas, suspender todos los acuerdos comerciales y cortar totalmente los vínculos militares con el estado de apartheid de Israel.
Hacemos un llamamiento a Suiza a convocar, como es su obligación, las Altas Partes Contratantes de la Cuarta Convención de Ginebra para discutir las recurrentes violaciones de Israel del derecho internacional y hacerlo responsable. Que el mundo no guarde silencio una vez más en la cara de un pueblo abandonado.
Lo más importante, hacemos un llamamiento a la sociedad civil en todas partes, y a nosotros mismos, a redoblar nuestros esfuerzos para romper el asedio de Gaza, intensificando nuestras campañas de BDS, en solidaridad con la resistencia palestina, la persecución a Israel como responsable de sus transgresiones recurrentes, y el fin de la ocupación, la colonización y el apartheid en Palestina.
También llamamos a los judios a reconocer en el presente y mortal ataque violento, que no sólo era ilegal y bárbaro, sino también totalmente gratuito y que en nada contribuye a la seguridad de los ciudadanos israelíes y no es un acto aislado de la estupidez y la inmoralidad del gobierno, sino una parte de un patrón inconfundible, el descenso mayor en la violencia irracional, la represión punitiva y la maldad gratuita. El autoaislamiento y el odio que revela la dirección histórica del sionismo, obligado por las consecuencias inevitables de su lógica colonial.
El sionismo no es un renacimiento de la vida judía, pero si la repetición de las tendencias suicidas en la historia judía que cristaliza en el mito de Masada. Mientras los funcionarios israelíes dan más valor hoy a la prevención de los discapacitados en sillas de ruedas de Gaza que al bienestar de sus propios ciudadanos, les instamos a ver que no hay futuro para el sionismo y su descenso progresivo en la cada vez más insensata brutalidad y violencia. Este tren se detuvo.
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La Red Internacional de Judíos Antisionistas (IJAN) condena enérgicamente la barbarie del ataque israelí esta madrugada, llevado a cabo en aguas internacionales, contra un convoy marítimo humanitario, durante el cual los soldados israelíes atacaron con fuego real a pacíficos civiles, matando a 10 o 16 cooperantes, según la fuente e hiriendo a muchos más.
Nos honra e inspira el compromiso y el sacrificio de la gente a bordo de estos buques. Uno de ellos fue recientemente rebautizado “Rachel Corrie” en homenaje a la militante muerta por un bulldozer intentando obstruir la demolición de una casa palestina en Rafeh hace siete años
Este barco nos recuerda a todos la valentía y la perseverancia de los barcos de vela a Gaza que sigue una tradición de compromiso cívico total y compromiso ético que se hace eco y responde a la perseverancia y el coraje de un siglo de la resistencia palestina al colonialismo en su tierra.
Este ataque a los buques que transportan 10 toneladas de ayuda humanitaria, entre ellos suministros educativos, médicos y materiales de construcción, es directamente piratería en mares internacionales. Hacemos un llamamiento a todos los gobiernos para poner fin a la impunidad de Israel, hacer cumplir el derecho internacional y pedir cuentas a Israel por sus violaciónes recurrentes. Además , este acto de piratería se llevó a cabo en pos de mantener un sitio a Gaza impuesto por Israel con la completa participación egipcia, que es en sí mismo un crimen de lesa humanidad. Este asedio criminal es una profundización de la terrible crisis humana con desempleo masivo, pobreza extrema y la inseguridad alimentaria que afectan a más de un millón y medio de personas, la mayoría de los cuales son refugiados de la limpieza étnica de Palestina en 1948, que ahora están encerrados en el campo de concentración más grande del mundo. A los palestinos en Gaza se les impide reconstruir sus casas destruidas por Israel en la masacre de 2009, y la importación de cosas tales como juguetes y chocolate como castigo por haber elegido democráticamente un gobierno que se negó a colaborar con la ocupación. Como potencia ocupante, Israel debería ser considerado responsable de sus flagrantes violaciones de los derechos humanos de los palestinos en Gaza. Todos los estados tienen la obligación de hacer todo lo posible para cumplir el derecho internacional y castigar a sus violadores, recurrente en cifras brutas, como se detalla en el informe Goldstone, así como comunicados por muchas organizaciones de derechos humanos y organismos internacionales.
Como las autoridades israelíes emiten informes contradictorios sobre el número de víctimas durante la redada, hacemos un llamamiento a Israel para que permita de inmediato e independiente el acceso internacional a los heridos y los cuerpos de los mártires, la liberación de los secuestrados y dejar navegar los buques sin ser molestados a Gaza.
Estamos desalentados por el hábito en la mayoría de nuestros medios de comunicación al comenzar citando informes acríticos de las afirmaciones ridículas de los militares israelíes, de una organización conocida por su relación luchando contra la verdad. Recordamos a los periodistas que su profesión es comunicar lo que realmente sucedió, y no las mentiras y la desinformación por parte de Israel. También llamar la atención sobre la presentación en medios islamófobos de este compromiso civil como un conflicto entre Israel y el Islam. Es un conflicto entre Israel y todo el mundo, y exije la solidaridad de un movimiento unido que incluyan a personas de todas las religiones y culturas, de pie juntos pacíficamente contra la represión violenta. Había 750 personas concientes de 40 países diferentes, entre ellos 35 políticos, a bordo.
Hacemos un llamamiento a los Estados cuyos buques fueron atacados, y en especial a Turquía, para denunciar, en esta ocasión la, total falta de respeto de Israel por el derecho internacional, para ir finalmente más allá de lo verbal utilizando vacíos pretextos con motivo de atentados anteriores, y ruptura de las relaciones diplomáticas, suspender todos los acuerdos comerciales y cortar totalmente los vínculos militares con el estado de apartheid de Israel.
Hacemos un llamamiento a Suiza a convocar, como es su obligación, las Altas Partes Contratantes de la Cuarta Convención de Ginebra para discutir las recurrentes violaciones de Israel del derecho internacional y hacerlo responsable. Que el mundo no guarde silencio una vez más en la cara de un pueblo abandonado.
Lo más importante, hacemos un llamamiento a la sociedad civil en todas partes, y a nosotros mismos, a redoblar nuestros esfuerzos para romper el asedio de Gaza, intensificando nuestras campañas de BDS, en solidaridad con la resistencia palestina, la persecución a Israel como responsable de sus transgresiones recurrentes, y el fin de la ocupación, la colonización y el apartheid en Palestina.
También llamamos a los judios a reconocer en el presente y mortal ataque violento, que no sólo era ilegal y bárbaro, sino también totalmente gratuito y que en nada contribuye a la seguridad de los ciudadanos israelíes y no es un acto aislado de la estupidez y la inmoralidad del gobierno, sino una parte de un patrón inconfundible, el descenso mayor en la violencia irracional, la represión punitiva y la maldad gratuita. El autoaislamiento y el odio que revela la dirección histórica del sionismo, obligado por las consecuencias inevitables de su lógica colonial.
El sionismo no es un renacimiento de la vida judía, pero si la repetición de las tendencias suicidas en la historia judía que cristaliza en el mito de Masada. Mientras los funcionarios israelíes dan más valor hoy a la prevención de los discapacitados en sillas de ruedas de Gaza que al bienestar de sus propios ciudadanos, les instamos a ver que no hay futuro para el sionismo y su descenso progresivo en la cada vez más insensata brutalidad y violencia. Este tren se detuvo.
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