EL JARDÍN DEL CONVENTO, los dulces de siempre
EL JARDÍN DEL CONVENTO, los dulces de siempre: "
Hay cosas que con el tiempo se pierden, o bien por dejadez o bien por innovación, pero si existe alguien que no va a permitir que esto ocurra con los dulces de antaño es la dueña del Jardín del Convento.
Isabel Herrera tiene un trabajo fuera de lo común: recorrerse todos los monasterios y conventos del país para recuperar aquellos dulces que en algún momento de nuestra infancia nos han puesto la piel de gallina y el grito en el cielo suplicando uno más.
¿Y dónde van a parar? Pues afortunadamente para nosotros, van a acabar al mismo lugar de antes: a nuestro estómago; ya que Isabel los coloca uno a uno con cuidado y esmero en su pequeña tienda de El Jardín del Convento.
Podemos encontrar desde los postres más clásicos hasta auténticas reliquias de azúcar típicas de algunas regiones de España. Magdalenas, mermeladas, rosquillas, empanadillas, gelatina de flores y un largo etcétera.
La mejor parte para nuestro paladar - y la peor para nuestra figura- es que en cada visita, descubres una nuevo inquilino en el jardín. Ya sea por la época del año o por un nuevo descubrimientos en los viajes de su dueña, la tentación de probar los nuevos dulces no se acaba nunca.
Cabe destacar que todos están realizados con productos 100% naturales... en fin, de la misma forma en la que se realizaban antes manteniendo el sabor de siempre.
Este lugar es el típico que se conoce gracias al boca a boca, y yo no voy a ser quien rompa la cadena. Así que os lo digo alto y claro: no dejéis de ir a este sabroso jardín. Ya sea para daros un capricho o para hacer un regalo, os aseguro que vuestra visita no será la última... ¡El Jardín del Convento es un auténtico vicio!
En TopMadrid: El Jardín del Convento
# Enlace Permanente
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¿Queréis probar algo que hará que vuestro paladar viaje en el tiempo? Adentraos en el Jardín del Convento y os aseguro que ni vuestras manos ni vuestro estómago saldrán vacíos.
Hay cosas que con el tiempo se pierden, o bien por dejadez o bien por innovación, pero si existe alguien que no va a permitir que esto ocurra con los dulces de antaño es la dueña del Jardín del Convento.
¿Y dónde van a parar? Pues afortunadamente para nosotros, van a acabar al mismo lugar de antes: a nuestro estómago; ya que Isabel los coloca uno a uno con cuidado y esmero en su pequeña tienda de El Jardín del Convento.
En TopMadrid: El Jardín del Convento
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