De esta palabra mía (De: Rossana Arellano, amiga y poetisa chilena)
De esta palabra mía
De esta palabra mía, te haré desnuda hasta quitarte la boca
iré atando nudos invisibles al ojo común a tu ala desangrada,
caminaré en tus años y besando aguas de madre me colgaré a tu pecho.
Cuando tú reconozcas el color de mis letras desnudas
desgranaré sobre ti el trigo de la sangre sin mácula.
Tu risa que me llena los cielos, se mete entre los poros de estos labios
e impulsa al viento entre las últimas primaveras de mi aire.
Hecha toda de ti, me levanto una y otra vez, palabra.
De mis pasos cansados ya, que despiertan en el fondo de tu vida,
recorro los mundos que me llevan lejos derribando distancias.
¿Ves amor, el sueño que sostienen unas manos de niña?
No me cabe la tierra y la flor en la pupila tan virgen
No me cabe la belleza de tu patria o tu nido tan amplio
No me cabe el dulzor de tu pan perfumado a la noche.
De esta palabra mía, he de saciar la tormenta que vive oculta
al querer antiguo entre mis pies tan llenos de tu andar.
Rossana Arellano
Oye Ranita, porqué será que vivo en la luna , si bien es cierto me gusta volar y soy absolutamente de aire, NI ME ENTERO, hoy he llegado y te dejo un abrazo grande
ResponderEliminarRossana
A ti, poeta: (Querida poetisa)
ResponderEliminarEntre el velar y el sueño se esconden las alas de un poeta,
entre las tibias emanaciones de su cansancio...,
el hálito imperturbable del amor que le mantiene su mundo,
entre la contumaz realidad que lo absorbe cada día
para conocerse aunque le pese atado a su mundo,
atado al amor y a la añoranza;
atado a su presente como si fuese de una herida hermética...
Pero su corazón es leve, viaja con la brisa,
viaja enamorado y es surtidor de sueños escritos;
es la untura de su bálsamo sobre herida,
es de su obstinación el fruto de lo que le hace grande,
porque se debe a demasiados rostros y miradas
que han depositado un sueño en sus palabras.
Es por eso que el poeta es un gran despistado que,
por estar en sus inefables alturas de vez en cuando pierde algunas plumas de sus alas,
para posarse en otro tiempo y atusar con su palabra su propia historia,
reparando su delicada marcha hacia el parnaso, el es el peregrino y el soñador,
y se conoce parte de otros anhelos;
el es fogarada caprichosa y tejedor de sueños.
Por eso es de aire..., viaja en el silencio
y cuando llega no puede gritar por lo que duele...
Sus caminos son de sueños sin distancias,
pero sus cuerpos les une siempre de forma inconfundible,
la fuerza de los astros.
Elisa
Con mi abrazo de siempre. t. q.
Y dejo la réplica en el primer blog de la 'charcas' ;-) ¡Gracias por tu comentario!