Siete funcionarios, ante el juez por agredir a una presa en una cárcel de Madrid

Siete funcionarios, ante el juez por agredir a una presa en una cárcel de Madrid: "
D. FERNÁNDEZ
EXCLUSIVA '20 MINUTOS'
  • Un juzgado de Madrid investiga la paliza a una reclusa de Estremera.
  • Atada a una silla, la golpearon.
  • Estuvo en aislamiento con la luz encendida las 24 h del día.
  • 20 minutos ya adelantó que en otra cárcel madrileña varios funcionarios obtenían sexo de las reclusas a cambio de favores.
Cárcel de Estremera
A Rosa la bajaron a una celda especial. Allí la sentaron en una silla, le ataron las manos a la espalda y con la sonora frase 'a las que vienen en primer grado como tú me las paso por el coño' empezó su pesadilla: diez minutos de golpes que se hicieron eternos. Todo ocurrió el 22 de septiembre del año pasado en la prisión madrileña de Estremera. Ahora, un juez de Arganda del Rey investiga a los siete funcionarios que la agredieron, dos de ellos mujeres. Todos han prestado ya declaración.
La denuncia, a la que ha tenido acceso 20 minutos, relata todo tipo de insultos, vejaciones y golpes. En ella, Rosa, de 36 años, reconoce que después de tener una disputa con otra interna, varios funcionarios fueron a su celda, la sacaron y se la llevaron a otra de aislamiento. Tras todo tipo de amenazas, como 'a las kíes (matonas) como tú me las como con patatas' o 'me vas a comer la polla hija de puta', llegó el primer bofetón. Rosa contó hasta ocho funcionarios en la celda. Entonces comenzaron los golpes.
Allí calcula que estuvo 30 minutos hasta que una funcionaria les dijo a sus compañeros que la dejaran porque la iban a matar. Rosa también asegura que tras la paliza no la vio ningún médico y que la dejaron en aislamiento (no sabe cuántos días), las 24 horas con la luz encendida, en un 'camastro sin mantas'.
La defensa de Rosa denunció lo sucedido al juzgado el 19 de noviembre. Aunque el centro ha presentado un informe médico de ese 22 de septiembre, día de la paliza, alegando que Rosa no tenía heridas, otro control médico, realizado el día 14 de octubre, revela cicatrices en la cara y en los ojos, moratones en las piernas y falta de movilidad en el brazo derecho. Un educador social de Estremera pidió su traslado a otra cárcel el 15 de octubre.
Huelga de hambre
Rosa, que como protesta estuvo en huelga de hambre diez días, también denuncia que el único medicamento que recibió fue una pomada para los golpes que le provocó un sarpullido. Finalmente consiguió que la trasladaran a Topas, en Salamanca. Allí coincidió con su novio, también preso, y planearon casarse en prisión. De momento tendrán que esperar, ya que ha sido trasladada ahora a Brieva, en Ávila.
'No sabemos por qué, no hay motivo, pensamos que es una represalia porque el caso se ha judicializado', señalan sus abogados. Para más inri, Rosa está en aislamiento en Brieva. Los funcionarios denunciados han declarado ya ante el juez. Este diario ha tenido acceso a sus declaraciones y algunos se contradicen en lo que pasó y cuántos están implicados. La mayoría ha señalado que Rosa es una mujer muy corpulenta y que tuvieron que reducirla entre tres en su cama porque estaba muy violenta y no quería quitarse unos anillos de oro. Uno de los funcionarios argumentó que su propio peso, de 110 kilos, pudo hacerle daño, pero todos niegan los hechos.
36 reclusos muertos este año
Este año, 36 presos han muerto en extrañas circunstancias en las cárceles españolas y uno en los centros de menores. La última muerte se produjo el 13 de septiembre, en la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava), según la Coordinadora para la Prevención de la Tortura, que destaca la gravedad del caso de Rosa y que bajo ninguna circunstancia se trata de una denuncia falsa, como a veces las hay, sino un caso en toda de regla de maltrato. La Coordinadora destaca que ha crecido el número de presas que denuncian agresiones sexuales.


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