Evolución actual de la humanidad (1 de 2)

Evolución actual de la humanidad (1 de 2): "
“Dos condiciones son necesarias para que la evolución se produzca: diversidad genética y reproducción diferencial. La selección natural es [...] un proceso de reproducción diferencial que se da cuando individuos con ciertas características genéticas dejan más descendientes que quienes poseen otras características genéticas diferentes.”


Así definen Francisco Ayala y Camilo José Cela Conde (“La piedra que se volvió palabra”, Alianza Editorial, 2006) las condiciones para que se de evolución. Esta reflexión viene a cuento de la cuestión sobre si el Homo sapiens sigue evolucionando en la actualidad, cuestión a la que previamente han dado ya una respuesta “no cabe duda de que la tasa de evolución es más rápida en la humanidad actual de lo que lo fue en el pasado y lo hace cada vez de manera más acelerada”. Esta respuesta me deja perplejo, porque a mi juicio falta una de las condiciones por ellos planteadas: la reproducción diferencial. Sin embargo, para ellos ...


“la razón está clara: el entorno en que vivimos va cambiando con mayor rapidez ahora que en el pasado y lo hace cada vez de manera más acelerada. La evolución cultural de que hablamos en el capítulo anterior cambia muy deprisa nuestro entrono. La selección natural, como proceso biológico de respuesta a los cambios ambientales –el proceso por el cual las especies se adaptan a ellos-, actúa en consecuencia.”


Viniendo estas palabras de quienes vienen (sobre todo de Ayala) no dejo de sorprenderme de mi ignorancia, porque entiendo que la única forma de “actuar en consecuencia”, es que grupos de individuos con determinadas características genéticas se adapten mejor a estos cambios culturales y que dejen más descendencia como consecuencia de esa adaptación. Un ejemplo clásico es la adaptación que permite la tolerancia a la lactosa en el adulto lo que permite la ingesta de leche del ganado y que favorece la supervivencia en el entorno de las primitivas sociedades ganaderas. Pero este tipo de procesos no se está dando en la actualidad. ¿O sí? Para los autores la respuesta parece afirmativa:


“Las diferencias de la eficacia reproductora pueden deberse a las características biológicas de los individuos –si son, por ejemplo, más saludables o más fecundos- pero también a las preferencias o costumbres culturales en el sentido amplio que hemos dado al término “cultura” en el capítulo anterior. Por poner un ejemplo, las preferencias sociales y otras circunstancias de la vida conducen a que ciertos individuos que pertenecen a grupos étnicos diferentes, o que son genéticamente diferentes de otros, decidan tener más o menos hijos. Esa elección tiene consecuencias biológicas, es decir, lleva a la evolución de la especie, puesto que aumenta la incidencia de unos genes a costa de otros.” (las cursivas son mías)


El primer caso refiere al ejemplo mencionado antes pero lo segundo me deja desconcertado. Se me ocurren dos posibilidades de ese efecto de “las preferencias sociales o costumbres culturales” sobre la reproducción diferencial. En la primera habría que asumir la existencia de un aislamiento genético entre poblaciones, de manera que en cada una de las poblaciones aisladas, “las preferencias sociales” puedan determinar que aquellos individuos con determinadas características físicas o de comportamiento puedan dejar más descendencia. Para ello habría que limitar el “acceso a la reproducción” a aquellos individuos sin esas características (estigmatización) o directamente “eliminar” a los individuos que no presenten dichas características. Desconozco si existen evidencias de que una situación de este tipo pudiera explicar las diferencias fenotípicas entre poblaciones que incluso ahora se pueden observar, en un proceso que se podría comparar con el de la selección realizada durante generaciones por agricultores y ganaderos. Pero en cualquier caso hoy en día no nos encontramos en una situación de aislamiento genético estricto entre poblaciones. Y aunque pudiéramos aceptar una cierta diferenciación genética entre dos grupos dentro de una sociedad, y dadas unas “costumbres” diferentes entre estos grupos que determinen tasas de fertilidad diferentes, tendríamos que tener además un mecanismo “social” que mantuviera en el tiempo un cierto grado de aislamiento reproductivo. Pero incluso así, esto sólo determinaría una evolución de la especie en su conjunto si uno de los grupos tuviera tasas de fertilidad inferiores a la tasa de recambio poblacional. ¿Es esto a lo que se refieren los autores?


Antes de plantearnos algunos ejemplos, Ayala y Cela Conde nos explican: “La evolución cultural no ha eliminado la evolución biológica, aun cuando sea mucho más eficaz que ésta como proceso de adaptación al medio ambiente”. Pero una cosa es la adaptación y otra distinta, aunque relacionada, es la selección natural, la base de la evolución biológica. Así ellos mismos nos dicen que “[...] la selección natural es sólo el proceso de reproducción diferencial de individuos con genotipos diferentes. Los individuos que poseen alelos con efectos favorables en el entorno en que la población vive dejan, en promedio, más descendientes que los individuos con alelos perjudiciales o menos favorables. En consecuencia, la frecuencia de los genes favorables aumenta a través de las generaciones y éstos llegan por fin a ser los dominantes en la población, mientras que los desfavorables son eliminados. El resultado lleva a que las especies, incluso la humana, están constituidas por una mayoría de individuos razonablemente bien adaptados a su ambiente.” Pero la evolución cultural permite que el proceso de adaptación al medio se pueda dar sin evolución biológica y además de una manera más rápida (y eficaz, dicen los autores) que ésta. Además, “La selección natural tiene dos componentes: supervivencia y fertilidad. Los individuos tiene que sobrevivir hasta la madurez sexual para tener hijos y cuanto más tiempo sobrevivan y más hijos tengan, mayor será la contribución de sus genes a la siguiente generación.” La evolución cultural no requiere de estos componentes para producir adaptación.


Pero volvamos a la afirmación de los autores acerca de la evolución biológica en la especie humana: “Es posible que la selección natural disminuya de intensidad en el futuro, pero, en cualquier caso, nunca desaparecerá del todo. Mientras exista diversidad genética, y siempre que los individuos con ciertos genes tengan mayor eficacia reproductiva que otros, la selección natural y la evolución biológica de nuestra especie continuarán estando presentes.” De acuerdo. El problema según lo he dicho es que en la actualidad “los individuos con ciertos genes” no tienen “mayor eficacia reproductiva que otros”, o al menos yo no veo como esto puede estar ocurriendo. Sin embargo los autores afirman “Los cambios culturales [...] crean nuevas presiones selectivas [...] favoreciendo así la evolución biológica.” ¿A que se refieren? El primer ejemplo que citan es el de la “domesticación de vacas y ovejas y el uso de la leche como alimento más allá de la niñez [que] llevaron a la selección del gen que permite a los adultos digerir la lactosa”. Este claramente un ejemplo de selección que permite una mejor adaptación al nuevo entorno cultural (ganadería). ¿Existen otros ejemplos de este tipo?


(continuara...)

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