Cómo se matan las dudas (Por ellas, las que ya no están...)
* María Tardón: "No podemos ser impasibles ante la violencia de género"
Cuando el maltrato de su pareja se hace insoportable y no lo denuncia por temor a que se sepa que las cosas no eran como otros creían, como también por las amenazas de estos cobardes y delincuentes que en su mayoría tienen un comportamiento de auténticos enfermos o desquiciados, por falsos, hipócritas, psicópatas, celosos o, con trastornos serios de personalidad como es el "síndrome bipolar", que ocultan a los amigos y en su trabajo, no así a su familia que les ha soportado o soporta y quieren entender lo que les pasa disculpándolos por sus cambios de carácter y, por lo que puede afectar a sus relaciones con los demás, pero jamás se piensa del peligro que supone a quien puede ser víctima de un ser con todo este grave problema en su salud, hasta que ocurre cualquier desgracia, pues nadie lo acepta como un loco o un trastornado siendo un peligro potencial para quien no conoce el problema, llevándoles a situaciones difíciles en la convivencia no sólo con sus familiares y sí con sus semejantes y compañeros de trabajo, pues ocultan con suficiente destreza por su parte lo que en realidad les diferencia del resto, aunque les estén tratando el problema. Incluso pueden convertirse en potenciales suicidas o criminales.
Cuando tienen una pareja a la que han conseguido engañar con una imagen falsa, suelen utilizarla para que les proteja cuando ellas descubren realmente lo que les pasa y está pasando por ser unos perfectos manipuladores y chantajistas de sus sentimientos, ocultando su verdadera personalidad; confiados en 'la siembra' sistemática de ideas sobre sí mismos, regalos, promesas factibles de llevar a cabo, chantajes y explotación de las emociones de su pareja, hasta conseguir crear unos vínculos de complicidad con patrones parecidos por 'mimetismo', haciendo que sus parejas sufran iguales síntomas o trastorno y crean que es imposible desprenderse de su compañía o, mejor de su influencia, pues ejercen continuamente con astucia el acoso continuado y la persecución si su trabajo y el tiempo les permite, para poder estar al tanto de saber qué hacen, dónde van y con quién están; ejerciendo el control de sus vidas y obligando a su pareja que les complazcan todo el tiempo y ellas, terminan por doblegarse a la voluntad del enfermo, convirtiéndola en víctima sumisa del 'presunto maltratador', hasta que se confirma, al que tiene como compañero y le es difícil dejar por temor o terror ya impuesto a través de amenazas o represalias, que sí lleva a cabo y que ejerce contra ella, ocultando la víctima a su familia lo que realmente le está pasando.
Quien sufre las consecuencias del maltrato emocional, es un ser que ha perdido toda su capacidad para decidir lo que mejor le conviene y se deja llevar sin hacer nada por lo que él le impone que debe hacer, contar o decir para poder tener la seguridad de que nada puede descubrirlo si se sospecha de lo que está pasando; por lo antes dicho, al terreno donde él puede controlar todos los pasos de su realidad; por desgracia y en muchos casos las mujeres que vuelven a ser parte de sus vidas en una segunda vuelta, ya nada puede hacer si le han dado una segunda oportunidad creyendo que todo, como ellos perjuran que harán y va a cambiar, "y que las cosas van a ser mejor para los dos si reciben el tratamiento que necesitan"; pues estos enfermos les dan habilidosos argumentos para convencer y para volver a confiar en ellos, cuando en realidad éstos saben que han vencido por fin el rechazo que les llevaba a que los perdieran de vista y, recobrar de nuevo a su víctima les supone un éxito añadido, pues ellas no son conscientes de que en realidad han perdido su capacidad para desprenderse por completo de una falsedad y auto engaño, que coartaba su raciocinio para pensar que se habían equivocado y sobre todo su libertad de decisión que en años y a veces en décadas, se las ha arrebatado. Pues durante un periodo muy largo han ido destruyendo su voluntad y capacidad de reacción para decidir dejar la única persona, que tuvo su mala suerte de conseguir que las convenciera aún sin quererla en sus vidas, pero fueron insistentes para hacerse poco a poco a su confiada y débil condición por falta de más vida y desconocimiento, como ocurre a tanta joven, confiando en las palabras aunque muchas veces los hechos les dijeran lo contrario, pero ellos estaban allí para que no meditaran en lo malo y sí viesen en sus rectificaciones algo positivo, con tal de no perderla de sus vidas; porque trabajan las formas de atraer a las incautas con poco mundo aunque van quedando menos tontas, siempre hallan alguna descuidada. No vale en estos casos la buenas formas de una educación y la formación, tanto ellos como ellas suelen dar o caer como bolas del bombo de un sorteo... "muchos no ven el hoyo en el suelo cuando caminan...".
Les importa tener a alguien que les crea y en quien confiarse, pero hacen todo lo contrario con su víctima. Y, a través de su relación implican a toda una familia para que crean igualmente como que son seres "normales, dignos y buenas personas" en los parientes de la víctima de malos tratos, consiguiendo de alguna forma y poniéndose una máscara casi perfecta, engañar por años, haciéndoles creer lo que realmente no es, gracias a las aseveraciones de su pareja que por miedo e inseguridad les confirma que están equivocados, si por alguna razón sospechan que las cosas no son lo que parecen ser y, ella es la encargada de despejar dudas y les asevera que "es feliz a su lado" y les cuenta maravillas ensalzando los pequeños ratos de alegrías o de generosidad que magnifican al bruto, pero sin tener a cambio paz, equilibrio y un futuro resuelto o seguro, porque su maltratador consigue que sea o se haga como el cree que debe ser y no como la ética o la moral en la convivencia en pareja debe ser. Porque el amor "es una costumbre" y "no existe más que una dependencia recíproca de necesidades humanas basada en el relativismo de la propia fisiología del ser humano en su la supervivencia, pues se convierte en un intercambio obediente y sin moral de las propias necesidades" y "la obsesión es la manifestación por necesidad de auto satisfacción egoísta y personal del ser humano". Pero ellos saben perfectamente, que si tuvieron ellas amor alguna vez, lo han destruido definitivamente y acomodado por terror u obediencia a su insana forma de ver la vida en pareja y su víctima ha conseguido a través de su indecisión convertirse en un ser sumiso, falto de voluntad, humillado y vejado en su dignidad a las directrices y consignas de lo que su 'verdugo' desea obtener de ella para que nunca tenga voluntad propia o pueda meditar, sobre todo lo que en realidad le está pasado, no dejándola un sólo instante de sus vida mientras no la tenga cerca, utilizando cualquier medio que permita un contacto rápido y poder recordarla a ella cuáles son sus deberes para que siempre le complazca, saber qué hacen y lo qué piensan para que mantengan sólo el interés que las lleve de nuevo a sus vidas, haciendo que crean que son ellos imprescindibles y que ya nada tendrá interés en su realidad, si ellos no forman parte de la vida de ellas; no escatimando los medios e incluso poniéndoles dinero en el móvil, vigilando el lugar donde están, manteniendo un estrecho contacto con su entorno, rompiendo si les es posible el tejido social y laboral en el que se desenvuelven y los lazos con la familia de su víctima, que no puede hacer nada por evitarlo.
Los celos es otro de los graves problemas de quien padece el síndrome bipolar que suele acompañar a estos desgraciados; sólo hay obsesión por lo que creen tener como derecho absoluto de sus vidas, ellos hacen que se piense que es "un gran amor" y, porque creen que están en su derecho de mandar en otra vida, por haber trabajado en años de falsedad y de chantaje para conseguir dominar la ajena y que no los abandonen. La familia de la parte que sufre las consecuencias de un maltratador sólo sospecha en un principio, luego confirma lo que pasa y al final debe aguantarse "porque la ley favorece el silencio y las que lo sufren son mayores de edad aunque estén equivocadas, arriesgando cada día su vida"; ellas son una madeja de nervios y dudas y necesitan medicamentos antidepresivos para poder aguantar tantas presiones de un lado y de otro y de sus propio sentido común falto de valentía para dejarles definitivamente cortando de forma radical los miserables lazos que las atan, llegan a pensar que son seres anormales e iguales que ellos y sí, porque éstos enfermos han conseguido su copia y es el éxito de lo que perseguían, creen que son otros los que no los aceptan y por ello se sienten unas incomprendidas. Pero en en realidad los maltratadores, todos, se aprovechan de su situación de poder por tener un trabajo más o menos seguro y remunerado, para humillar y arrebatar su dignidad a sus víctimas, destruyendo su afán de independencia y haciendo lo contrario, porque teniéndolas cerca donde pueden vigilar y controlar hasta las llamadas de teléfono, las tienen seguras. Amenazándolas sutilmente todo el tiempo para que no los denuncien y pierdan crédito ante familiares, amigos y peligre su puesto de trabajo, al quitarse la máscara de una supuesta dignidad que no tienen.
Poniéndome en la piel de estas mujeres he hecho este poema hace un tiempo. Les recuerdo a las que aún sufren el desprecio de quien dijo amarlas, que deben denunciar y no tener miedo. No es fácil pero hoy están mucho mejor que antes LAS LEYES en este país si hablan a tiempo dando un primer paso y llamando al 016, pues la habilidad de estos farsantes cuando no las eliminan definitivamente, es que ellas les protejan ante el temor de ser descubiertos por aquéllos que desconocen su verdadera personalidad, procurando que sean fieles esclavas toda la vida de sus necesidades, realmente es como una venganza de lo que su desestructurada vida les ha llevado a ser como son; es la única forma de control que tienen sobre la realidad de sus vidas, manteniendo su silencio ellos mantiene su falsedad y su argumento; controlando su vida, acosando con llamadas a cualquier hora, enterándose de lo que hacen y alterando la vida de sus víctimas no temen que se descubra todo el calvario que padecen por temor a perder la vida o si la pierden es por presión y ellos salvan su realidad, cuando no han intervenido más que en lo psicológico que les ha afectado.
Es terrible la situación de acoso y terror en que se mueven, pero aún así vuelven porque no ven las oportunidades claras o no fueron claras en hablar a tiempo y denunciar realmente a su familia y autoridades lo que estaba pasando. Con el terror que les han metido en el cuerpo no puede haber amor porque están anuladas por los medicamentos que las obligan a tomar, pero aún así ellas aceptan la situación prefiriendo tenerles "como amigos", porque sólo así ellos están algo más tranquilos, pero no, las van destruyendo poco a poco con una falsa esperanza en que todo será normal y bueno para ellas, porque no pueden cortar radicalmente por sus represalias o advertencias y descubrir la cloaca en que las han metido.
Este es mi granito de arena por todas las que ya no están...
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Y para que sepamos la gran paradoja, cuando no existimos...
ResponderEliminar¡Nos llora 'el Amor' cuando nos morimos!
...lloramos al amor y el nos sonríe
desde la luz, al no sernos. T.K. ranita
Gracias, amiga, es así más o menos pero no sabemos lo tanto que padece una de nuestras congéneres hasta que la revientan a golpes, cuando ya ha muerto espiritualmente en su desesperanza de salir del problema. Mi abrazo cordial querida amiga.
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