Luces encendidas
A ver si por razones que no explico,
se entretiene callada el alma mía;
y creo que el sigilo desconfía...
por pensar en el dogma que me aplico.
Simplemente, mi tiempo lo alambico,
lo destilo, aunque inquiete todavía...
No quiero la agudeza en la porfía
de servir de alfiler en acerico.
Es que somos infieles al misterio,
enseñando sin más la transparencia;
olvidando ser fieles al pronombre.
¡Porque allí, está el Amor en cautiverio,
un paisaje del alma en consecuencia;
confidente del vértigo del hombre!
Y por llevar pronombre
Hay luces encendidas por el alma,
sin dar otros motivos a mi calma.
alattkeva
Hay luces en la vida y se encienden y apagan con frecuencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si me aplica ese dogma no lo sé si consigo que sirva de algo; pero en fin, la vida te da recurso que ignoras si nos limita las necesidades que honestamente queremos y ocurre todo lo contrario. Gracias, buen amigo.
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