Cuestión de saber El Arte Taurino


(Imagen: alattkeva)



Nunca se va en contra de una realidad vulgar o frívola y consentida por esta sociedad que nos tocó vivir. Se va a aprender de lo que ella expone ante nuestro sentidos, pero para decidir por nuestra cuenta lo que se nos pueda ocurrir, incluso una lección más.
Se va desnudo a enfrentarse a ese 'toro de lidea',  que cada realidad individual representa. Si somos sinceros, asumiremos con entereza o dignidad, lo que podemos ponernos encima cada cual, para enfrentarnos al morlaco. Algunos es bien poco lo que les favorece, porque no se ambiciona gran cosa, si se trata de dar unos capotazos en la plaza de tantas discordias, la Vida, con sus intereses e ideas de todo tipo que, como en un toril sirve a nuestra individualidad o al Ego, para dar capotazos a una vaquilla traicionera, a un buen novillo investidor o, un toro bravo de los de verdad con ganas de conseguir ser 'figura' ante un buen riesgo y delante del público.  O, el o nosotros, porque ellos también triunfan por saber entrar al capote sin llevarse al torero por delante, si son verdaderos maestros citando al animal.
Podemos pensar que ya con la oferta de lo observado en este hoy, tenemos la preocupación servida cada día o unos buenos puntazos en el trasero. Pues todo cuanto nos pasa u ocurre es así de fortuito o impensable. Y, lo que colgamos en la percha del pensamiento ya nos vale, aunque sea el bullicio del ave que llevamos dentro, para vestir la realidad de alas con lo aprendido en el ayer. Podemos estar orgullosos del resultado y el toro que digo, no haga de nuestro ser jirones de  palabras sin sentido por no pertenecer al eje del Universo que esperamos.
Cada vez abunda en la anarquía la soledad de nuestra propia alma, haciendo de este mundo una cárcel para los que conocemos otra libertad, pero se lleva en el rostro la prueba, porque se almacena palabrería propia de servir al afán ajeno, complaciendo con las palabras que se desean escuchar. Siempre hay quien influye en nuestro estilo de ver el mundo y eso, puede que nos desvíe del fin buscado, como de la personalidad auténtica que debemos favorecer. No es bueno lo que pretende que  repitamos o sepamos, que no es cierto, cada "cantamañanas" libador de voluntades inseguras y débiles. Sabemos qué es vivir con ética y la moral bien alta. La que vale la pena ponerse a diario por los hombros, que siendo para otra gran mayoría "de quita y pon", ya forma parte de la dignidad con la que se viste cada ser consciente que razona la vida; la que sí importa por ser lo que demuestra con actitud seria ante la sociedad, lo hace y así lo juzgan. Y caminar adonde le lleve el corazón buscando lo que valora de este mundo.

Porque en este 'coso taurino' lo que vemos es, en lo que se ha convertido España, porque todos van a la 'Fiesta' ataviados con lo que más les gusta lucir y llame la atención, pero tientan 'al respetable' como 'al toro'. Cuesta trabajo salir al ruedo cada día sin capote y aún llevándolo, aunque estés como observador delante de la televisión y en la cómoda 'talanquera o en la talanquera viendo el espectáculo. Llamo 'talanquera' de nuestro tendido '0' a nuestro mullido sofá. Y vemos allí el espectáculo en el que se ha convertido El Hemiciclo con 'Sus Señorías', portavoces y sus "portavozas", porque no se notan esos estudios o formación que dicen tener todos: conocimientos culturales generales y sobre todo históricos y políticos relacionados con el mundo y nuestra nación, aunque se crean 'excelentes espadas' algunos, rematando al oponente con la puntilla. Pero sí terminamos hartos de su gritería y constante desconsideración por el oponente, al que insultan y descalifican constantemente. Abundan 'matadores y banderilleros', caballistas sin ideas de rejoneo pero hacen bastante daño. También lucen sin luces los trajes de la estupidez que, hasta 'el toro' les hace un corte de mangas.
La Verdad es que no necesita demostrarse con palabras, a pesar de ser ellas las que nos resuelven lo aparente en lo virtual. Siempre es bueno saber de ese lenguaje del "arte taurino", las que aprendí de leer sobre pintura y dibujo relacionado, aunque no nos guste 'la fiesta brava' -repito, porque lo es-, porque se aprende a hacer el quite al toro de la discordia o la discrepancia casi a diario.
Eso no quiere decir gran cosa para el triunfador silencioso. El que sabe utilizar 'la puntilla' con maestría, como el último recurso en la faena con la palabra, aunque se lleve el silencio de "el respetable" por no entender de qué va, por no haberlo hecho mejor con "el trapo" y la espada o por formar parte de 'los palmeros' de turno bien pagados por el mismo pueblo, pero algo tienen que hacer para que no se diga que son sólo unos monosabios, es decir, ayudantes del picador, los últimos en la escala de los que colaboran en la plaza. Uds, me comprenden. Pero, sí sabemos, los que conocemos ese rico lenguaje con sus  términos taurinos, que ya no hay valientes e ilustres Maestros de la palabra en el Parlamento Español, luciendo verdaderos traje de luces y enseñando cómo se consigue un buen aplauso, antes de acabar cada faena, con la muerte del morlaco uy opositor de turno...
*alattkeva
Mi correo: auslava@yahoo.es


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