Fe y experiencia



Y, aunque no es muy fácil aseverar o contarse honestamente y menos esperar a que nos crean, lo diré así: 
 ¡todo cuando se TRABAJA mentalmente, da sus frutos!
No siempre se cree en estas cosas. Pero sin estos recursos espirituales la Fe y la Esperanza, no podríamos dar un paso hacia adelante, para contrarrestar las necesidades que nos mantienen todavía vivos o en forma, cumpliendo aunque sea con las más básico de nuestra vida, dando su cometido espiritual, sin faltarnos lo más elemental de la misma, porque sin Dios estamos desprotegidos. Y como siempre es esta Luz necesaria una guía. Ya que todo depende de esa iluminación interior y es necesario que se active, para que se haga una realidad. No lo dudéis.

Muchas veces, sin darnos cuenta, ese milagro interior se realiza en silencio. porque sentimos o no nos falta esa fuerza. Ocurre en la necesidad que no vide pero piensa con humildad en su Creador y designios. Sí, pasa y llega en silencio, se manifiesta y da su fruto esperado y lo vemos como una parte más de cualquier hecho común. Pero queremos quitarle importancia al hecho y nos contentamos con decir: "porque sí, porque nos corresponde, porque no se esperaba otra cosa o, porque debe ser así y hasta... "¡no me vengas con Dios o tu Dios!, si sabemos que todo hay que trabajarlo y ganarlo por nuestra cuenta".
No nos preocupemos por quienes piensan así y nos quitan el fuelle que enciende nuestra fragua interior, la de la FE. Porque en ese crisol, Dios es el yunque y el martillo que la mantiene encendida, viva en nuestra confianza porque esta gracia es el crisol que nos fortalece. Basta una chispa del mismo para que caiga alguna vez en el incrédulo. Se acordarán de lo que decíamos o escribíamos para afirmarlo.

Tampoco, es verdad, se enseña la FE tal como la vemos unos pocos. Lo aprendí de mi madre. "No es una doctrina ni un dogma, hija, es algo instintivo como hijos de esa Naturaleza Divina, un regalo natural que viene con nosotros, que hay que activar y mantener encendido, que espera abrirse como lo que es, un regalo más dentro de nosotros y es parte -como asevero con fe- de nuestra naturaleza humana con la gracia del Creador. Es parte de nuestra propia redención también. Porque, ante todo lo que nos puedan decir, fuimos espíritus de esa misma energía divina o creadora de todo el Universo (¡Tendrá que tener un nombre, porque todo esto de la Vida que recibimos, es AMOR incondicional, pero sujeto a la Ley de Dios en la Tierra, hasta que retornemos a su seno!). Porque antes de venir al mundo lo éramos y lo seremos después, volviendo al mismo núcleo de donde procedemos, la ENERGÍA de nuestro propio espíritu de Dios, hecho vida.
No profundizamos en la gran sabiduría de nuestra propia naturaleza humana, movida siempre por lo sagrado de lo invisible, que es la voluntad de Dios Creador, porque: "no todo pasa porque sí".
                   Foto: alattkeva
Las cosas más sencillas, los deseos más honestos, las necesidades más grandes o comunes, se cumplen si hay Fe, pero no por no pasar o cumplirse, son descartables; porque depende de nuestro cometido en la vida. Hay que trabajar nuestras experiencias y nuestras necesidades, así no serán situaciones que se dan frías "y porque nos las merecemos". No, nada pasa porque creamos que viene directo para nosotros ese bien esperado, sea material o espiritual y es favorable a la vida personal, sin que nos demos apenas cuenta. No todo parece, que es así de normal o lógico que nos pase o pase a otros (...), por ser bueno o lo contrario y nos sorprendamos por el resultado. Es como un cálculo matemático y, lo que está arriba, está abajo y en todos lados. Suma, resta, divide y multiplica.
En nuestra vida y en la gran mayoría de de los casos, somos nosotros mismos los que fomentamos las cosas que nos suceden, para que pasen y ocurran.
¡Sí, es así! Es el inconsciente el que obra dando resultados positivos, es siempre algo instintivo. Pero no siempre se toma en cuenta. La incredulidad o no creer en nosotros en algo ancestral y es nuestro peor enemigo. Cuando se dice que: "vamos o tenemos nuestra propia luz interior", les da a algunos por mirarse a ver si tienen un cable conectado y un interruptor. Hacen bromas con ello. Otros, preguntan cómo encontrarla en sus vidas. O no saben qué hacer con sus vidas anodinas, aburridas o tristes teniendo de todo, porque se quejan de no hallar ese consuelo, hallándola por fin en ellos mismos al cambiar su actitud ante el mundo que les rodea.
 He observado la ansiedad en los rostros de personas buenas, pero inmensamente confundidas para comprender de qué 'Luz' se trata o, cómo hallarla en ellos. Y he escuchado que no saben cómo para sentirse bien, como quien les habla de esa opción espiritual. He tenido que disimular para no sonreír y mirar para otro lado, ante lo desesperante que es tener una limitación cognitiva en ese aspecto espiritual, tanto, como creer que quien nos habla de esa 'Luz', puede hacer algo más para ir juntos a ese interior y hallarla o, enseñarla para que crean. Pero estamos millones de seres humanos ajenos a la realidad espiritual y más millones inmersos a todo lo trivial o fútil de la sociedad. Confundidos en esa arrogante realidad que da el poder para tener y disfrutar de la economía, pera hallándose vacíos ante lo que no les llena. Estamos en ese mundo insustancial, comodón y confortable de los que pueden y de los que necesitan, pero no se compensa.
Podría comparar esta realidad de lo que falta en Fe, a algo tan sencillo como a una plegaria diaria, oración e incluso un mandala.
Es que esto que os digo representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo a la meditación. No es ni más ni menos lo que nos ayuda a vivir con el espíritu a tope. No hay que desesperarse si las cosas que deseamos no lo enviado.
Pedimos con necesidad de seres indefensos y a expensas de lo casual que necesitamos, pero lo que no pasa a nuestro gusto o no llega en el momento adecuado, siempre tiene sus razones, no precisamente materiales o técnicas y burocráticas como las del mundo. 
Son las oraciones y plegarias como mandalas interiores, ruegos en la constancia y en la necesidad, reiteraciones, repeticiones, incluso anáforas que se necesitan como el mismo amor dado y repetido miles de veces. Como los más puros deseos en silencio, llenos de vehemencia de los que muchos no somos conscientes. Se fraguan y encienden y se disponen a ser parte de ese hecho que mantenemos con Fe.
 A veces, sólo se murmura como en hálito por la misma necesidad y es mejor que maldecir si no pasa rápido... Viene en camino. A esas cosas las llamamos 'milagro', casualidad, fortuna, suerte, porque somos incrédulos con los resultados reales, los que sí tocan nuestro razonamiento.
Dios siempre da lo que más nos falta, donde está incluida la paciencia.
La esperanza como la fe, debe ser pertinaz en su deseo de crecer y mantenerse viva, abriéndose paso como sea pero sin romper o dañar a otros, sin alterar la vida ajena o el entorno. Siendo honesta. Sosteniéndose en su propia fuerza con la misma razón que la impulsa, porque para ser una necesidad viva y un hecho tangible, que nos permite crecer o afirmarnos, allí donde se alimenta por su propia impulso, ha de querer o amar aquéllo por lo que lucha convencida desde su interior, hasta que emerge a la luz del sol, como la planta florecida de la imagen que dejo, pero lo intenta.
*alattkeva

Foto segunda: hecha por mí en un atardecer hace como unos cuatro o cinco años: Es una calle cercana a mi hogar. Mi camino preferido hacia la Biblioteca de mi barrio en el barrio de: "Las Musas". Ese paseo lateral está lleno de árboles de Tilo.

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