La luz de la LUZ

La luz del conocimiento se busca

La de la verdad y la razón cuando se tiene, se deja al tiempo que se la dé al incrédulo y descubra en qué ha fallado. De nada vale luchar por lo que conocemos y sabemos. Ella descubre todo lo que se niega y era cierto.

La luz de la esperanza, es optimismo natural y debe acompañarnos siempre. Da salud.

Y si damos luz espiritual, desaparecerán las tinieblas de quien no sabe o no quiere saber.

La luz de la ciencia infusa, es un don especial y se dice que Dios la regala a las almas a través de su Espíritu.

La luz de la clarividencia natural (intuición), es otra forma de 'ver' lo que los demás miran y no ven.

La luz de los astros, satélites naturales y estrellas, es un regalo de la Creación que favorece la vida y el equilibrio de nuestro planeta. Siempre sorprende dándonos motivos para sentirnos felices y seguros bajo ese bello techo, con la luna, el sol y las estrellas, por ser testigos que razonamos y describimos su belleza.

Y no hay mejor luz, que quien nos mira con los ojos del alma, como la que nos ilumina cada día el camino interior, sin acudir al gurú y visionario de turno.
La del niño, la de lo amado, la que vemos al abrir los ojos, la que nos rodea y llena de amor verdadero.

Vivir con las pocas 'luces' que se tienen en medio de tanta 'lumbrera', es triste que aún no  sepan entender, que la oscuridad también es parte de su propio temor y necesitan de una mente abierta u 'otras luces', para no perderse en su camino. Hay seres que son como las bombillas fundidas, no ven lo que iluminan.

No podemos saberlo todo de la LUZ...

Pero ella, la luz, sabe hasta donde llega su haz para iluminar a quien desea ver mejor. Lo compone un conjunto de partículas o rayos luminosos de un mismo origen, y hablamos en este caso del Divino. Y quien dice saberlo todo, puede llevarnos a otro tipo de oscuridad si no somos capaces de discernir por nuestra cuenta. No es bueno callar por respeto y sí es bueno pensar por no estar convencidos de lo que nos hacen creer. Admitir el error no es nada bueno. No enfrentarnos a lo que desconocemos y no hacer preguntas, por falta de sentido común, para ver quién trata de vendernos 'su luz' o 'la luz' envuelta en promesas, es un grave error. La luz de Dios no se vende, todos la tenemos, vienen con nosotros.
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¡Las candilejas de la ficción nunca podrán ser, las encantadoras luciérnagas de las noches!

Esperemos que el Astro Rey, suba alguna vez los escalones con humildad sin abrasarnos con sus tórridos rayos... Y sí, con su abrazo planetario, pues es nuestra amada estrella; cálida y tierna según las estaciones, porque todos la necesitamos.

Creo en el cambio climático, pero favorecido por las necesidades de la misma superpoblación sin control ninguno. Somos nosotros los que debemos cambiar. Falta Educación. Es sumamente triste que esa luz de la sabiduría no se haga presente en todos los seres que poblanos el planeta. No parece que entendamos, que vivir es un regalo y que de nosotros depende la salud de nuestro planeta. Está allí ante nosotros cada día su aliento en el nuestro, mientras respiramos, llenando de aire nuestros pulmones a pesar de la contaminación en las grandes urbes.

Recordad que para ser felices, hay que observar cuál es nuestra actitud interior y ésta debe ser la que marque nuestra sonrisa, por haber estado en la Vida o ir pasando por ella, agradecidos y consientes de nuestra efímera y orgánica naturaleza, pero intentando hacer algo positivo, por quien nos ofrece un lugar perfecto para seguir existiendo.

 

Foto: "Mar de Amatistas"- Almería
alattkeva