Vasija de barro (2)



Un día más,
un pensamiento,
un deseo,
una actitud,
algo qué leer y en qué pensar:

¡Hoy, pienso en mí misma, cosa rara que me ocupe de... "el Yo!

Pero sobre todo, alma mía en mi propio barro;
intento comprenderme y aún no me entiendo, ¡ni el ajeno!

Y lo sabes que pasamos por la vida como un soplo
y como un puñado de arena en la mano abierta del mismo Dios, 
nuestro alfarero.

Se le escapa la arena...
 ¡No!

Absolutamente toda la del corazón,
la dejamos aquí por el camino.
(¡Si la hubo!)  
Nos quiere limpios de lo del mundo.

Y por ser "buena gente", nos hemos estado defendiendo de nosotros mismos, 
con nuestro ego tan ciego pero inútil ante los fuertes.
Como torpes embaucadores, sin la humildad que nos falta.
"Sólo se cometen torpezas", dañando otras vidas. Manipulando.
Y tan frescos y frescas los ególatras, van por el mundo muy dignos de  haber vivido, 
pero dichosos del material que se llevan de otros, cargados de lo del mundo.

"¡No, nunca pasa nada si no queremos que pase!"

¡Es que éramos de barro y lo olvidamos,
polvo nada más que se escapaba
de su propia vasija de barro sin pulir;
pero han cuidado la suya para no romperla 
y sí para romper la ajena o cargarla de problemas.
...

¡A la mía la pulí, la saqué brillo
y la tengo llena de escritos
para sentir mi vida de honesto amor!
Porque sola, me celebro de ser como soy
y me canto y me acompaña mi Señor Alfarero,
por ser nada relevante, ven una rana,
pero sigo siendo la misma de ayer. 
¡Barro de mi Señor!

Escúchame, Señor: 
¡No tengo porque cambiar, porque no quiero perderte!


*alv en: "Ranita Azul"

Comentarios

Entradas populares