Rasgos espirituales
Como decía la pintada en el muro que os dejé hace unos días: "No sabía qué ponerme y me puse feliz." Me he levantado con una pregunta: ¿Valdrá la pena seguir en esto, preocuparse tanto por exprimir nuestras propias ideas, ser original como 'escribidora', darse ilusión o la alegría que depara satisfacción, por ser nosotros mismos quienes extraemos de esa veta que avala valores profundos; valorar entonces ciertas cosas honestas y sencillas de la creatividad, sacar provecho espiritual a un tiempo sano y entretenido en este medio, aunque no sea productivo o redunde en eso que algunas personas desearían que les pasase... Y hasta por eso se deprimen o sufren y hasta enferman? ... ¡No, no estoy dispuesta a que me pase esto último que está a la orden del día, que constato que pasa a gente que ni utiliza estos medios y ni tan siquiera se preocupa por ellos, pero tampoco quiero servir a una necesidad que está al margen de otras más importantes que sí me llenan espiritual...